Fotografía: Antonio Clavel
ALAS AL VIENTO
Ángeles del silencio nos contemplan.
Sus alas son espadas que cortan la palabra
y dejan que el viento se deshaga,
se desmiembre en olas de luz
que nos iluminan en la oscuridad de las noches.
Admiro su poder,
su forma espacial,
su queja deshaciendo la bruma.
Son gigantes que soportan
su vida metálica enraizados a la tierra
y que sueñan con viajar al espacio…
al infinito de un universo de planetas y astros.
Ahora, sus alas disipan la algarabía de los pájaros,
dan miedo combatirlos
aunque tengan en su blancura un aire dulce.
Nadie puede alterar el ritmo de su corazón:
solo la palabra que los busca en los cerros,
deja señales escritas
para salvarlos de ser también demonios,
porque creamos todas las razones para odiarlos
cuando ellos son simplemente ángeles del viento.
ALAS AL VIENTO
Ángeles del silencio nos contemplan.
Sus alas son espadas que cortan la palabra
y dejan que el viento se deshaga,
se desmiembre en olas de luz
que nos iluminan en la oscuridad de las noches.
Admiro su poder,
su forma espacial,
su queja deshaciendo la bruma.
Son gigantes que soportan
su vida metálica enraizados a la tierra
y que sueñan con viajar al espacio…
al infinito de un universo de planetas y astros.
Ahora, sus alas disipan la algarabía de los pájaros,
dan miedo combatirlos
aunque tengan en su blancura un aire dulce.
Nadie puede alterar el ritmo de su corazón:
solo la palabra que los busca en los cerros,
deja señales escritas
para salvarlos de ser también demonios,
porque creamos todas las razones para odiarlos
cuando ellos son simplemente ángeles del viento.
Escrito por: Fernando Sarria

Comentarios
Publicar un comentario